El algodón no engaña en el Ciutat de València

Los de Julián Calero son el equipo que menos partidos ha perdido en la presente temporada en Segunda División

El Levante celebró la victoria contra el Mirandés gracias a un golazo de Carlos Álvarez.

El Levante celebró la victoria contra el Mirandés gracias a un golazo de Carlos Álvarez. / F. Calabuig

Pablo Leiva

València

La temporada del Levante UD sirve como reflejo de lo que es la Liga Hypermotion. Una semana estás a un paso del ascenso directo, otro te caes de la promoción y en otro las dudas se abren paso para confirmar las carencias y ocultar las virtudes. En ese vaivén de emociones vive el levantinismo, que curiosamente es la afición que menos veces ha visto a los suyos perder un partido en la presente temporada.

Resulta curioso viendo que son muchas las dudas que han aparecido durante el curso y que han aumentado en el último mes antes del triunfo contra el Mirandés, algo que ha vuelto a calmar las aguas. Todo empezó seguramente con esa derrota ante el Racing de Ferrol que dejó a la grada enfadada por una oportunidad perdida. Por ver cómo el ascenso directo que estaba a tiro se escapaba entre los dedos contra un rival que estaba en la zona baja y en descenso. El día que menos tocaba fallar se falló. Por eso ahora el partido ante el Eldense se asume desde la ambición máxima y desde la humildad necesaria para no mirar la clasificación.

El partido contra los gallegos sirvió de aprendizaje y curiosamente significaba la primera derrota en LaLiga Hypermotion desde el pasado 6 de diciembre cuando se perdió ante el CD Mirandés de Alessio Lisci en Anduva. Un KO que en su día también generó dudas, pero que se asumió por ser uno de los rivales más duros de la categoría.

Mientras, uno de los tramos más duros de la temporada y que se superó con creces con el tiempo fue el periodo desde el 21 de septiembre hasta el 19 de octubre. Durante ese mes, el conjunto de Julián Calero disputó un total de cinco partidos y solo ganó uno. El 4-2 contra el Almería parecía dar motivos para sonreír y más tratándose de un rival directo por el ascenso, pero fue un oasis en el desierto. El 2-1 en Zaragoza, más aún por cómo fue el partido, generó ciertas dudas, después el empate a cero en casa contra el Oviedo en la vuelta de Calleja evidenció algunos problemas en la confección de plantilla. Ese encuentro contra el cuadro azulón, unido al 1-0 contra el Racing y el y 2-0 en contra ante un gran Castellón acabó generando tres partidos consecutivos sin marcar para un equipo al que le falta un 9 concreto, pero que con el tiempo ha ido solucionanado poco a poco esa laguna. De hecho, el Levante ganó cinco de los siguientes siete partidos desde aquella cita. Eso volvió a dar alas a una plantilla que, eso sí, siempre ha tenido un grado alto de implicación.

La cara y la cruz

El Levante es el equipo de toda la categoría que menos partidos ha perdido y eso permite tener cierta tranquilidad. El vestuario compite y eso demuestra además que siempre está cerca del triunfo. Del mismo modo, eso sí, deja claro que le cuesta tener superioridad inconstestable durante los partidos y a veces esa falta de contundencia impide dar ese saltito que acabaría con el miedo a quedarse a las puertas de la máxima categoría un nuevo año.

Por todo eso, hay que acabar con la inercia de los empates, algo que ya lastró los objetivos del Ciutat de València en el año de Javi Calleja. De los 9 primeros, el cuadro de Calero es el equipo que más veces ha empatado este año. Cinco veces más, sin ir más lejos, que el Mirandés de Alessio Lisci. Y eso que los de Anduva han perdido tres partidos más. El Racing de Santander ha perdido siete, pero apenas ha empatado en el mismo número de ocasiones. Registros similares (8 empates y 6 derrotas) que los dos primeros de la tabla: Elche CF y Real Oviedo.

Ahora, el cuadro de Julián Calero espera viajar al Nuevo Pepico Amat con una misión: ganar para dormir en ascenso directo, algo que es posible. Como mínimo, eso sí, acercarse aún más a esos dos primeros puestos que están más abiertos que nunca y que permiten a todos los aficionados soñar con la vuelta a Primera. Para eso habrá que hacer frente a uno de los equipos que están en mejor forma en las últimas semanas y que para colmo han mejorado en un registro, la línea defensiva, que obliga al Levante a dar lo mejor de sí mismo en esta jornada 29. 

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