Paso al frente de Iborra y gol del capitán

La petición del ‘10’ de lanzar el penalti contra el Cartagena no fue por capricho. Debido a su estatus, quiso asumir la responsabilidad de marcar la pena máxima

Celebración del gol de Iborra frente al Cartagena.

Celebración del gol de Iborra frente al Cartagena.

Rafa Esteve

València

El Levante se encuentra en segunda posición y en disposición de pelear por absolutamente todo después de vencer al Cartagena y encadenar su tercera victoria de forma consecutiva. El equipo de Julián Calero ocupa un lugar de privilegio en la tabla a pesar de tener la misma puntuación que el Racing de Santander y el Elche. Sin embargo, la diferencia de goles benefició a un conjunto levantinista que con 2-0 ya era segundo, pero que, con la tercera diana, obra de Vicente Iborra, consiguió amarrar posición de ascenso a Primera División.

El capitán salió al terreno de juego en el 74’, distribuyó juego a sus compañeros, colaboró a la hora de cerrar filas defensivas y se estrenó como goleador esta temporada con el Levante. No obstante, la decisión de Vicente Iborra de lanzar el penalti no fue ni por capricho ni por querer endulzar sus estadísticas, en fase ascendente.

Aprovechando que Pablo Martínez, primer lanzador, no estaba en el terreno de juego, fue motivada por su intención de asumir responsabilidades y de dar un paso al frente en calidad de capitán y líder de vestuario, consciente de que un tercer gol en el luminoso levantinista ataba la segunda posición y encumbraba un triunfo fundamental para disparar los niveles de ilusión en el Ciutat de València. El ‘10’ no falló, la ajustó pegada al palo y no solo lo celebró junto a unos futbolistas que lo tienen como su máxima referencia, sino que le agradeció a Roger Brugué la cesión de un lanzamiento que quiso ejecutar al haberlo provocado, pero que no dudó ni un instante el darle el esférico a Vicente Iborra para que lo colocase en el fondo de la red.

Sin embargo, el capitán quiso extender su festejo en la figura de Julián Calero. Fue hasta el banquillo y le fundió un abrazo lleno de significado y con la idea de reforzarlo no solo en calidad de capitán, sino también desde su condición de levantinista. Sintió que su entrenador, que destaca por su fortaleza mental, pasó por un momento de debilidad tras la derrota ante el Racing de Ferrol, por lo que buscó transmitirle cariño y respeto con tal de fortificar a un técnico que ha calado y dado con la tecla en el vestuario.

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