Levante UD

"Nuestros jugadores tienen hambre de gloria"

Calero visualiza el duelo muy complicado a pesar de las bajas que tiene el Huesca, pero confía en «sus chicos»

Julián Calero, durante un entrenamiento en la ciudad deportiva de Buñol.

Julián Calero, durante un entrenamiento en la ciudad deportiva de Buñol. / Levante UD

R. Esteve y Monsalve M.

València

El Levante UD visita este domingo (16:15 horas) el Estadio del Alcoraz, la casa de la SDHuesca. Un estadio en el que no gana desde la 16/17, el año del último ascenso (0-2). Un campo en el que puede prolongar una racha si suma su cuarta victoria consecutiva. Un escenario en el que los hombres de Julián Calero buscan certificar su condición de equipo de ascenso directo y, a ser posible, aprovechar un hipotético tropiezo del Mirandés (juega a las 14:00 horas ante el Eldende).

«Las victorias son siempre un bálsamo y generan buenas sensaciones. Cuando ganas partidos la gente está bien. El lunes que era día libre vinieron un número alto de jugadores a entrenar, el compromiso es alto. Ayer hubo una multa que pagar y se la pagamos con una comida. Pasamos un rato de grupo conscienciados de la importancia del partido y de lo que viene», dijo Calero ayer en la rueda de prensa previa al partido. Ahora bien, el míster granota prefiere ser cauto y no dejarse llevar por la euforia.

Un mismo objetivo

«El Huesca venía de 14 partidos sin perder, sabemos a dónde vamos», dijo en referencia a la racha del equipo aragonés, que el pasado fin de semana cayó en Tenerife (2-0) y trucó una gran dinámica. «Es un campo complicado. Los partidos son cerrados y se decide por detalles. El Huesca se ha ganado el derecho de estar ahí. Estamos los dos metidos, peleando por el mismo objetivo», indicó el preparador granota.

El momento es idóneo para vencer a un rival directo y de paso, además de asentarse en ascenso directo, ganarle el gol average (1-1 en la primera vuelta) al quinto clasificado de la tabla.

Eso sí, el equipo nunca ha de perder según el técnico la perspectiva y seguir con los pies en el suelo. «Los jugadores tienen hambre de gloria pero esto tiene un precio carísimo. Al trabajo del día a día hay que sumarle la capacidad de persistir e insistir», anotó. Y cómo no, sin perder de vista «una ilusión evidente». «Los jugadores la han levantado en la afición. Que hagan 4 horas de viaje en plenas Fallas... Ojalá se sienta orgullosos», zanjó.

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