Hoja de ruta establecida de cara a la Junta de Accionistas

El patronato de la Fundación del Levante aprueba las cuentas que presentará el club

José Dánvila, durante una rueda de prensa en el Ciutat de València.

José Dánvila, durante una rueda de prensa en el Ciutat de València. / Miguel Ángel Montesinos

Rafa Esteve

València

La Junta General de Accionistas está a la vuelta de la esquina después de una demora que ha inquietado al levantinismo. La crisis financiera, los problemas de tesorería y las drásticas decisiones, para alcanzar un equilibrio económico que sigue sin aparecer en las arcas del coliseo de Orriols, son los motivos por los que se ha instalado una incertidumbre que José Danvila, acompañado de su equipo de trabajo, expondrá ante los accionistas este miércoles. Sin embargo, el Patronato de la Fundación, después de la reunión de ayer en el Ciutat de València, estableció las bases sobre las que se moverá en el encuentro ante los socios, con el estado de las cuentas como el punto de mayor análisis y debate entre los presentes.

Las mismas fueron aprobadas de manera unánime por la propia Fundación, al igual que la gestión de un Consejo de Administración que tendrá su visto bueno en la Junta. A su vez, se valoró la opción de asumir el área de patrimonio histórico del club, pero la crisis que golpea con fuerza al Levante desde que su destino cambió radicalmente desde su desenlace en la temporada 22/23 no se pasó por alto. La explicación y la revisión de las cuentas abarcó gran parte de la reunión con la explicación de Óscar Aguilar, de la comisión de seguimiento, y la presencia de Juan Manuel Borso y José Danvila, quien desgranó los números mediante explicaciones oportunas y profundizando en el estado de las deudas principales, la relación con los acreedores y las perspectivas sobre su evolución.

Entre los asistentes a la reunión del Patronato de la Fundación, el FROG se abstuvo de la votación relacionada con las cuentas, al volcar su postura sobre la encuesta que está llevando a cabo entre sus asociados, aún pendiente de resolver. A su vez, García Murillo, presidente de la Fundación, tomó la misma decisión debido a su condición de patrono, su posición de consejero y porque no se cumplieron los parámetros de gestión marcados en los contratos firmados junto a José Danvila. Mientras el resto de los presentes optaron por el ‘sí’, todas las partes aunaron fuerzas con el objetivo de escapar de la crisis financiera y de conseguir una estabilidad económica que calmaría las aguas en el Ciutat de València. Sin embargo, la reunión del Patronato de la Fundación sirvió para establecer la hoja de ruta sobre la que desgranar la situación actual ante los accionistas.

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