Levante UD

Brugué y el Levante: el vínculo aspira a ser eterno

El anuncio de la renovación del ‘7’ hasta 2028 fue la guinda a la voluntad de ampliar su contrato, que fue unánime por todas las partes

Roger Brugué recibió la camiseta por sus 100 partidos en el club de manos de Paco Fenollosa y Pablo Sánchez. | EFE/ANA ESCOBAR

Roger Brugué recibió la camiseta por sus 100 partidos en el club de manos de Paco Fenollosa y Pablo Sánchez. | EFE/ANA ESCOBAR

Rafa Esteve

Valèncoa

La historia entre Brugué y el Levante va camino de ser de las más bonitas en los años de existencia del club levantinista. El vínculo que se ha generado entre ambas partes está destinado a permanecer en la eternidad granota y a no romperse jamás. Su ampliación de contrato data hasta 2028, pero por la cabeza del ‘7’ no pasa un final en su etapa en Orriols. Llegó en 2021, se empapó de lo muchísimo que representa la entidad y consideró que defender sus intereses con tesón, compromiso, entrega y sacrificio sobre el campo era el camino correcto. El tiempo le ha dado la razón. Su renovación es la recompensa no solo a su entrega, sino también a su lucha, alimentada por la esperanza, de devolver al Levante a donde se merece. Su gol en Burgos, tras los anotados frente al Eldense, el Tenerife y el Elche, no fue casualidad. Es de los que más ha creído en un ascenso que, después de consumarse en El Plantío, agilizó su ampliación de contrato. No obstante, era cuestión de tiempo.

No hizo falta entendimiento entre el Levante, Roger Brugué y su entorno para seguir ligados mucho más tiempo. Por la cabeza del jugador no pasó otra posibilidad que no fuera seguir en el Ciutat y la mente del club no visualizaba un futuro sin la presencia del ‘7’. El deseo de ampliar un contrato que acababa en 2026, y que se llevó a cabo en marzo de 2023, estuvo latente desde mucho antes de que el Levante de Julián Calero se postulase como candidato para ascender a Primera División de forma directa, pero hasta que no se certificó en El Plantío, no se agilizaron unas negociaciones donde las cartas estuvieron encima de la mesa desde el primer instante, pero sin que hubiera mucho misterio. Para fortuna de todas las partes, todo fue por el cauce deseado y el desenlace no pudo ser más satisfactorio. Motivo de gran alegría para un futbolista que, pese a la felicidad que le produjo la renovación, sueña con estar siempre en el Ciutat de València.

Desde el lugar donde expresa su alegría de representar al equipo granota anunció su renovación de contrato hasta 2028. Además, en un escenario de ensueño: como campeón de la Segunda División y ante la afición que lo considera como una de sus máximas referencias. De hecho, siempre tuvo claro su destino, a pesar de que, tanto en verano como en invierno, le llovieron las ofertas. No obstante, el propio jugador solicitó que no se atendiera ningún interés. No solo por su vínculo emocional con los colores azulgranas, sino también por su obsesión de quitarle la espina que llevaba clavada desde que un injusto, dudoso y cruel penalti le arrebató su ilusión de jugar con el Levante en Primera División hace dos años. Además, la ciudad y el vestuario, donde la presencia de Vicente Iborra le hizo tener el presentimiento de que sería su temporada, minimizaron al extremo cualquier pensamiento de salida. No solo renovó por lo sentimental, sino también por lo cosechado sobre el césped: 11 goles y cuatro asistencias. Números que justifican su renovación y que le han llevado a ser lo que siempre ha sido: un futbolista de Primera División.

Tracking Pixel Contents