Ascenso de categoría y ascenso social

Finaliza una campaña histórica en el Ciutat de València; con el Levante UD confirmando su sexto ascenso a primera y alzándose con el tercer título de campeón de la categoría de plata. Durante todo este proceso una marea ‘blaugrana’ ha acompañado a los de Julián Calero, que deben gran parte de sus éxitos al empuje recibido por la afición. Tanto es así que el club ‘granota’ ha cerrado la temporada 24/25 con el promedio de asistencia más alto de su historia en segunda división.

El templo de Orriols ha alcanzado cuotas de asistencia inéditas en La Liga Hypermotion, acercándose a cifras cosechadas en temporadas pretéritas en la máxima categoría. Un promedio de 15.981 espectadores ha estado presente este año en el Ciutat. Para comparar este número con otras temporadas de asistencia similar no tenemos que retrotraernos hasta tiempos lejanos; fue en la 23/24 -el curso pasado- cuando el Levante alcanzó la que ahora es el segundo máximo promedio de afluencia. Eso sí, con más de 1.700 espectadores de diferencia. Si bien es verdad que estas cifras no son iguales en primera división, el equipo levantinista va fidelizando de forma innegable una gran masa social que solo tiene ambición por crecer.

Precisamente de esta diferencia de asistentes dependiendo de la división habló hace unos días Dánvila. El consejero delegado aseguró que premiará la fidelidad de los abonados de cara al próximo curso; ya que sostiene que al ascender el número de abonados y entradas vendidas crece notablemente. Serán cerca de 20.000 socios en la temporada que viene, estima el máximo accionista; algo que garantiza el ‘llenazo’ en prácticamente todos los partidos.

‘Granotes’ de primera

Lo cierto es que la afición ‘granota’ ha adquirido un carácter mucho más fuerte y adherido a su club en los últimos tiempos, algo que hemos podido percibir esta temporada con los masivos desplazamientos de los seguidores por todo el país. El más reciente e importante: el de Burgos. El Levante alcanzó definitivamente el ascenso en «El Plantío» -estadio del Burgos CF- y pudo vivirlo como si estuviera en el decano estadio del Ciutat de València debido a la gran cantidad de aficionados que viajaron con la plantilla. De hecho, se produjo una invasión por parte de los hinchas valencianos, algo poco habitual en el fútbol español cuando el triunfo se cosecha en un campo rival.

El éxtasis alcanzado en Burgos se trasladó rápidamente a la capital del Turia. En menos de 24 horas la ciudad de Valencia se encontraba plagada de aficionados ‘blaugrana’ que colmaban las calles de la banderas y cánticos de su Levante UD. Además, una inesperada mayoría de jóvenes simpatizantes -entre adolescentes y niños- se dejaron ver en los lugares de celebración, garantizando una nueva y prospera generación de fanáticos ‘granotes’. El cuadro dirigido por Julián Calero ha conseguido encandilar al público más joven, haciéndoles creer que su club tiene mucho que decir la próxima temporada en La Liga.

Asistencia al ayuntamiento

Aunque sin duda la imagen más representativa de este aumento social fue la celebración en la plaza del Ayuntamiento. Miles de fanáticos se agolparon en pleno centro de la ciudad para celebrar un ascenso ocho años después, dejando una imagen mucho más impactante y multitudinaria que esta última vez, en 2017. En torno al ayuntamiento de Valencia se reunieron unos 15 mil aficionados, un dato que contrasta con el último precedente: solamente unas dos mil personas en dicha plaza. De hecho, las ganas de celebrar del seguidor ‘granota’ no se ahogaron entre el día de Burgos y la reunión en el ayuntamiento. Miles de personas siguieron el autobús de celebración por las calles hasta la fuente de las 4 estaciones, donde el Levante acostumbra a celebrar sus ascensos.