Dos nuevos elementos patrimoniales valencianos han entrado en la Lista Roja de la asociación Hispania Nostra: la casa abadía y la central hidroeléctrica de Castielfabib, en el Rincón de Ademuz. Así, ya van 30 enclaves en ruina solo en la provincia de València, y el ayuntamiento está decidido a solicitar su cesión y gestionarlo ellos mismos para frenar la degradación.
En concreto, la casa abadía de Castielfabib data del siglo XV y está al borde del hundimiento. Fueron voluntarios los que repararon hace solo unos años la cubierta, pero su gestión y estado depende del Arzobispado de València. Hay constancia de esta vivienda desde el siglo XV, según apunta el alcalde, Eduardo Aguilar, aunque la primera vez que aparece por escrito es en 1647, cuando el mercader Martín Cuenca cedió esta vivienda a la Iglesia para que se hospedara allí el vicario. Estuvo habitada hasta 1960 pero desde entonces, la degradación es la única inquilina.
Se trata de una edificación ubicada en un promontorio rocoso donde se encuentra la villa de la localidad, con una vista privilegiada sobre el valle del río Ebrón a los pies de Castielfabib. Se dice que una de las torres defensivas de la localidad pudo estar en este mismo enclave.
Declarada Bien de Interés Cultural, Aguilar recuerda que por ley debe estar restaurado. Sin embargo, una de las esquinas se ha desprendido recientemente y no se refuerza su estructura, algo que preocupa al consistorio y que les llevó a reunirse en València con el vicario que dirige los asuntos de patrimonio a fin de dar una solución. «Tenemos la intención de quedárnoslo por la simbología que tiene, pero tal y como está de ruinoso, esperamos que la Iglesia nos lo ceda sin pedir nada a cambio», señaló Aguilar. Para ese fin se han mantenido contactos con la Diputación de València en su área de Cultura y con la dirección general de Patrimonio de la Generalitat para ver cómo pueden restaurarlo, ya que el remanente de las arcas públicas de Castielfabib - 308 habitantes- no es suficiente.
Una situación parecida viven con respecto a la central hidroeléctrica. Hoy en día es propiedad de Acciona y está completamente abandonada. De hecho, según ha recogido Hispania Nostra, se construyó en 1904 y se derrumbó en 1986, cuando ya había sido sustituida por una nueva. En la actualidad solo se conserva el canal del acueducto y el partidos del final del canal, donde el agua se acumulaba antes de caer por el salto antes de llegar a la central.
Hay varias construcciones auxiliares, como el edificio del almacén cuya cubierta ha cedido y sus ventanas están tapiadas y la puerta reventada. El acalde recuerda que contactaron con Acciona para evitar que se derrumbara el almacén, pero no se actuó. Dentro hay guardada una turbina de 1910 y les propusieron que cedieran el espacio para darle un uso cultural y museístico. La idea sigue sobre la mesa del consistorio, pero hoy por hoy es Acciona la responsable de preservar esta infraestructura de principios de siglo XX.