La primera cooperativa de trabajadoras creada en la Comunitat Valenciana ha entrado en fase de liquidación. Se creó en Gestalgar en 2016, con el apoyo del ayuntamiento y de la Diputación de València, y conformada por 5 mujeres que se volcarían en el cuidado a los más mayores del municipio de forma regulada, dedicándose a lo que tantas otras hacían pero de forma regulada y cubiertas por un marco legal, jurídico y laboral. Siete años después, las circunstancias de las cinco han cambiado y se han visto abocadas a tener que cesar su actividad como la asociación Gestalmur.

La decisión se tomó en la asamblea extraordinaria del 29 de abril de forma unánime. Tres de sus integrantes serán las liquidadoras: Mari Carmen Lorente, Maria Isabel Ortiz y Maribel Carpena, fundadoras también de esta cooperativa.

Según ha podido saber este diario, las complicaciones han abocado a las mujeres a tomar la decisión de cesar esta actividad conjunta. Algunas de ellas están de baja temporal por enfermedad y maternidad y otra se jubiló, por lo que solo quedaban dos mujeres en activo que a partir de ahora trabajarán como personas por cuenta ajena.

Los problemas, además, también han surgido al margen de ellas. Muchas de las personas a las que habían estado cuidado habían fallecido ya, y otros posibles pacientes deciden no contratar a nadie, o no hacerlo con todas las garantías laborales. Las mismas fuentes consultadas apuntan a que ha sido difícil mantenerse en beneficios, por lo que se han visto obligadas a echar el cierre. Además, durante la pandemia de covid-19 los servicios disminuyeron porque muchas de las personas atendidas tenían miedo a contagiarse con personas que entraran de fuera.

Así lo ha confirmado una de las fundadoras, Maribel Carpena, quien reconoce que se ha intentado buscar a sustitutas pero no ha habido forma. "Este trabajo requiere darse de alta como autónomos y no es algo que venga bien a todo el mundo, lo que hace que haya gente que se eche para atrás", lamenta Carpena. La propia figura mercantil de la cooperativa impide que solo haya dos integrantes en la asociación, por lo que si no se encontraba reemplazo para las otras tres, debían liquidarla.

La cooperativa nació porque muchas de las mujeres fundadoras se dedicaban ya a prestar sus servicios, y se buscaba la dignificación de este trabajo, además de evitar que se marcharan del municipio. Se inspiraron en la Cooperativa de Alburquerque, en Extremadura, que nació en 2008. En Gestalgar se buscó dar una atención especial y cuidados a los mayores, además de las comidas en el domicilio y comedor escolar, tareas domésticas y atención en el hogar. La previsión era dar servicio a unas 80 personas y se formaron para ello, con cursos y talleres que financiaron la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales y la Diputació de València.

Idea de expansión frustrada

El ejemplo de la Cooperativa de Gestalgar se conocía en toda la provincia de València por haber sido pionero y por haber dignificado trabajos que habitualmente las mujeres desarrollan en estos municipios de interior pero ni se les reconoce ni están regulados. La experiencia quería ser trasladada a otros municipios donde el paro de las mujeres es mucho más elevado que el de los hombres pese a que se desarrollan los mismos trabajos, a veces camuflados bajo la solidaridad o la ayuda altruista, pero para ello era indispensable el apoyo de las administraciones locales y provinciales.

La cooperativa de ayuda a domicilio a dependientes de Gestalgar

La cooperativa de ayuda a domicilio a dependientes de Gestalgar Diputación de València

En 2018, el concejal de Gestión Ciudadana y Sanidad, Ignacio Marzal, aseguró que la intención era que el proyecto se extendiera "a otros municipios de la comarca y se aumenten los servicios". Carpena reconoce que el apoyo institucional por parte del ayuntamiento ha sido constante, y a lo largo de estos años se han desplazado a distintos municipios serranos para explicar su experiencia como cooperativa y tratar de animar a las mujeres en su misma situación a organizarse, pero no ha sido posible. "Es muy difícil emprender con algo así, necesitas ayuda de la Administración", reconoce Carpena.

El alcalde, Raúl Pardós, ha lamentado el cese de la actividad porque fue "un proyecto ilusionante y bonito" que sentó un precedente en toda la comarca.