A escasos kilómetros del fuego, Germán y su mujer Silvia, que regentan el horno Santa Quiteria de Calles, se muestran «muy preocupados» mientras atienden a Levante-EMV por teléfono. «El incendio está en una vaguada, hasta media tarde el viento de poniente parecía que lo calmaba, pero tenemos miedo a que cambie y vaya hacia Higueruelas», decía.

Estos vecinos llegaron a Calles hace un lustro y desde hace cuatro años hornean cada mañana el pan para sus vecinos. Vinieron desde Bétera y Foios y se instalaron en este municipio de Los Serranos en una apuesta por criar a sus dos hijos, de 17 y 13 años, en un entorno tranquilo, natural y cercano a núcleos urbanos y comerciales como l’Eliana.

Los montes, un polvorín

«Los montes son un polvorín», asegura Germán durante la llamada en la que exclama en diferentes ocasiones asustado porque «el fuego se ve claramente desde Calles». El fuego forestal y la ola de calor son la peor combinación imaginable para quienes viven junto al monte. Sobre todo, apuntan estos vecinos, «después de los incendios que hemos visto en toda España».

Tanto desde el Ayuntamiento de Calles como el consistorio de Villar del Arzobispo pidieron a los residentes que se abstuvieran de utilizar caminos y vías forestales «para no dificultar el paso a bomberos, servicios de emergencia y extinción.