La asociación Hilando Vidas ha llevado a cabo su cometido: ha envuelto el edificio Docks de València del ADN de todas las mujeres rurales, que forman parte o no de este colectivo, para visibilizas su papel en el interior valenciano y el peso que tienen en estas zonas aquejadas por la despoblación y la falta de servicios.
El acto, llevado a cabo en el Día Internacional de la Mujer Rural, fue presidido por la Delegada de Gobierno, Pilar Bernabé, así como por la diputada de Igualdad en la Diputación de València, Eli García, y el de Desarrollo Rural, Ramiro Rivera. que compartieron con el medio centenar de mujeres que forman la asociación su tiempo, pero también sus exigencias.
Esta acción es una más de todas las que realizan anualmente pero sobre todo, las que traen hasta la capital. En otras ocasiones han sido los edificios autonómicos, como el Palau o las Corts, los que han sido decorados con las creaciones de ganchillo que realizan habitualmente, pero en esta ocasión han sido el edificio Docks del puerto. Esta vez han sido 575 piezas de lana tejidas por 250 mujeres de la comarca de La Serranía para crear una cadena de ADN de gran formato que ha envuelto el edificio. La obra de arte urbano estará expuesta hasta el 14 de noviembre.
En el acto del día 15 de octubre, además de la visita institucional, medio centenar de mujeres estuvieron tejiendo en directo para mostrar a todos los visitantes de esta zona de València su trabajo por el colectivo de mujeres rurales, tan habitualmente olvidadas.
En esta ocasión, las piezas están tejidas en color verde y salpicadas de tonos morados: por un lado, el verde es el color de la naturaleza, de la montaña del medio rural. Por otro, los colores lilas significan las mujeres que hay en estas zonas: según explican de en la organización, son escasos los puntos morados "porque todavía son escasas las mujeres que dirigen cooperativas agrícolas, que emprenden en municipios pequeños o que pueden ejercer en puestos para los que están ampliamente cualificadas".
