Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una nueva evidencia cambia la historia del acueducto de Peña Cortada de Calles

Hasta ahora se pensaba que no tuvo uso, pero el aislante demostraría lo contrario

Una nueva evidencia cambia la historia del acueducto de Peña Cortada de Calles |

El misterio en torno al acueducto de Peña Cortada no deja de crecer. Cada excavación nueva que se realiza descubre otros trazados, materiales y recorridos, y esta vez no ha sido distinto. La nueva campaña se ha destinado a vacíar de escombros y rocas un puente que salvaba el barranco del Mas de Solaz y por primera vez en todo el trazado del acueducto, ha aparecido un material tradicional en las infraestructuras hidráulicas romanas: el mortero de cal.

Una nueva evidencia cambia la historia del acueducto de Peña Cortada de Calles | L-EMV

Este hallazgo da un vuelco a la concepción de este acueducto. Arqueólogos, técnicos e historiadores siempre han mantenido que esta obra jamás entró en funcionamiento, es decir, nunca transportó agua. Así se mantiene, precisamente, por la carencia de este material a lo largo de todo el recorrido excavado hasta ahora, pero que haya aparecido en este tramo pone sobre la mesa, precisamente, la opción contraria: que en algún momento pudiera haber haber servido para nutrir campos agrícolas de la baja Serranía.

Una nueva evidencia cambia la historia del acueducto de Peña Cortada de Calles

El director del proyecto, Juanjo Ruiz, mantiene la cautela: «Lo que sí indica es que al menos esta parte pudo estar en funcionamiento», señala.

Cabe recordar que el acueducto de Calles tiene dos tramos largos descubiertos hasta ahora. Por un lado, la famosa Peña Cortada, enclave indispensable para visitar en la Serranía. Por otro lado, el año pasado, en la tercera fase de las excavaciones se descubrieron 200 metros más de canales en el Mas de Solaz, con la misma estructura y técnica de construcción que Peña Cortada. Allí encontraron túneles y un puente que salvaba el barranco, donde solo se apreciaban los sillares que lo sostenían porque un derrumbe de la montaña tapaba lo demás.

En esta cuarta fase, esas rocas vertidas sobre la pasarela se han limpiado y es donde se ha visto la cobertura del mortero de cal. «La primera sorpresa fue que al retirar las rocas, la estructura del puente no se había visto afectada, seguía intacta en los dos metros que tiene de longitud y el metro de ancho que ocupa», explica Ruiz. «La segunda sorpresa fue encontrar el revestimiento, que solo se aplicaba cuando iba a ser usado, una práctica habitual durante el Alto Imperio romano», señala el arqueólogo.

La subvención concedida por la Conselleria de Cultura por valor de 25.032 euros ha permitido la documentación de este nuevo tramo, que discurre por la parte sureste de Torre Castro. Ruiz ha estado acompañado por la arquéologa Ana Sabater así como por Ricardo Cristal y el catedrático José Luís Jiménez.

Molduras para la limpieza

En este tramo, además, se ha descubierto una moldura de cuarto bocel dentro de la canalización. Es decir, en lugar de excavar en la roca haciendo un ángulo de 90 grados entre el suelo y la pared, se deja con una forma convexa y semicircular que permitiría limpiar y mantener mejor la base del acueducto.

No solo eso. En esta campaña también se ha resuelto otro interrogante de la excavación anterior. Entre canal y canal, la montaña hacía una curva donde no se había encontrado ningún vestigio del acueducto. Llegaron a plantearse que no se había construído: una legión romana talló la roca por un lado de la montaña y la otra, por otra falda, pero nunca llegaron a conectarse. Ahora, Ruiz asegura que sí existe esa conexión o, al menos, restos de ella. «Entendemos que un arrastre, o varios, de la montaña durante algún temporal la han ido destruyendo, pero ahora se ha dejado ver que sí que hubo una construcción en esta curva de la montaña», explica el arqueólogo.

Ruiz añade que en diciembre trabajarán codo con codo con el CISC, ya que este organismo se va a encargar de hacer los análisis para conocer qué restos hídricos tiene la roca. Se cotejará con muestras del río Tuéjar, para poder certificar si los romanos desviaron o no el río por este acueducto y certificar por fin, científicamente, que el acueducto de Peña Cortada sí que transportó el agua por la Serranía.

Compartir el artículo

stats