Los Serranos

Tuéjar reparte energía pública entre sus familias con menores

El consistorio opta porque la electricidad de la Comunidad Energética Local alivie la factura de la luz y sea un elemento para retener a la población

Instalación de las placas solares sobre el polideportivo de Tuéjar para crear la Comunidad Energética Local.

Instalación de las placas solares sobre el polideportivo de Tuéjar para crear la Comunidad Energética Local. / L-EMV

Amparo Soria

Amparo Soria

Valencia

Tuéjar se ha posicionado como un municipio pionero en el uso que va a darle a la Comunidad Energética Local (CEL) instalada sobre el polideportivo. Como otros municipios, la electricidad que generan estas plantas solares urbanas revierte en el beneficio de los residentes, pero habitualmente en los edificios públicos como el colegio o la casa de la cultura. En Tuéjar, el alcalde, Carlos Tarazón, ha optado porque revierta directamente sobre las familias residentes con hijos menores de 18 años a su cargo. 

En concreto, de los 100 kilovatios de electricidad que genera la CEL de Tuéjar, el ayuntamiento va a quedarse con un 33,3 % de la energía total para destinarla a sus edificios municipales. El 66,7 % restante se va a repartir a razón de 1,5 % por cada niño o niña que se haya apuntado y hasta que cumpla los 18 años. La inscripción a este programa costará 100 euros que se abonarán solo una vez, pero esa transferencia de electricidad supondrá un gran alivio en la factura mensual de la luz. 

Para Tarazón, «lejos del modelo depredador del territorio que entiende lo rural como espacios a sacrificar, le hemos dado la vuelta y la cubierta del polideportivo servirá para rebajar la factura de la luz a las familias con hijos pequeños que vivan en el pueblo, lo que añade una razón más para que no se vayan y, quién sabe, vuelvan otras». 

Instalación placas solares sobre el polideportivo de Tuéjar

Instalación placas solares sobre el polideportivo de Tuéjar / L-EMV

Contra la despoblación

El alcalde defiende esta iniciativa como una forma de, al menos, mantener la población existente en el municipio y tratar de frenar el éxodo a la ciudad. Una situación complicada que aún se ve más agravada precisamente por los planes de despliegue de energías renovables en estos entornos, «porque requieren de grandes superficies, y muchas veces la lógica capitalista choca con la conservación de espacios agrícolas productivos», lo que ya ha creado grandes movimientos sociales en la Serranía para regularizar la instalación de estas plantas. Tal como adelanta Tarazón, hay intención por parte de las distintas administraciones de implementar este modelo de creación energética en zonas abandonadas como son las minas en el término municipal .

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