El dios griego Morfeo debe estar harto de recibir cada año millones de peticiones de los españoles que sueñan con ganar el Gordo de la Lotería de Navidad. Es el sueño de más de uno, aunque sea un pellizquito, aunque sea alguno de los demás premios. 

Y es casi literal, ya que el Sorteo de la Lotería de Navidad es uno de los acontecimientos más esperados del año, y uno de los juegos de azar que más dinero reparte en todo el mundo. Su popularidad hace que resulte imposible olvidar las veces que se han cometido errores el día del sorteo.

Mnemosina era una titana de la mitología griega, personificación de la memoria y el recuerdo. Ella sabe perfectamente las veces que los números del sorteo se leyeron de forma errónea, las veces que se cantó por equivocación El Gordo… Muchos de ellos se han convertido en hechos históricos, y vamos a decirte por qué.

Los números, los premios, los nervios el día del Sorteo de Navidad

Los errores más comunes suelen estar ligados al nerviosismo. Leer mal un número, desentonar o confundir las cifras es el pan de cada Sorteo de Navidad.

En 1954 se cantó de forma equivocada el premio que le correspondía al Gordo. Ese año, el número 04.073 resultó agraciado, pero se le adjudicó un premio mucho menor del que había ganado: de 200.000 pesetas pasó a 10.000. Un error que se solucionó al momento, que no trajo ningún drama y que provocó una gran alegría entre los ganadores.

Pero 1986 se llevó el premio al año con más errores de lectura. Varios niños de San Ildefonso fallaron al leer los números, y la niña encargada de cantar las primeras dos bolas se equivocó con la cantidad. El número 03.772, seis cifras bastante atípicas para un Gordo, generó bastante confusión en el sorteo. Pero también se solucionó al momento y sin dramatismo.

Ocurrió lo mismo en 1987 y en 2006, cuando una bola se le cayó a una de las niñas de San Ildefonso y fue a parar a una flor de pascua cerca de la mesa. Se pudo escuchar a la niña decir “‘¿Dónde está? ¡Qué vergüenza! No la encuentro”.

Un mal tropiezo

En ocasiones, los errores no recaen únicamente en los niños. Una de las noches previas a la pedrea navideña, a unos trabajadores que transportaban las liras con las bolas, que se muestran al público antes de cada sorteo, se les cayeron al suelo. Estuvieron horas recogiéndolas.

El error más común

Uno de los errores más repetidos es leer mal o escuchar mal el número premiado. Para asegurarte y saber si tu décimo ha resultado agraciado el 22 de diciembre, compruébalo aquí