Los sustos del pasado verano no han hecho decaer la peligrosa moda de lanzar al aire faroles de los deseos. En la playa de l'Arenal de Xàbia, en la noche de Sant Joan, se hicieron volar decenas de estos globos, que están catalogados como material pirotécnico. Lo normal es que se pierdan de vista mar adentro. Pero el viento los arrastraba en dirección contraria. El pasado verano ocho turistas de EE UU e Irlanda que pasaban sus vacaciones en un chalé del Montgó, en Dénia, acabaron detenidos por originar con uno de estos artefactos voladores un incendio en el parque natural. Entonces ya se dejó claro que lanzar faroles de deseos estaba prohibido. Pero la moda ha vuelto este verano. Y el riesgo de fuego es ahora extremo por la sequía.
