Los sindicatos revelaron que los empleados que se irán a la calle son, además de los dos asesores, la arquitecta encargada de las licencias de obra, una técnico de contratación y un informador turístico.

El pasado viernes tuvo lugar una asamblea informativa a la que asistieron unos 80 trabajadores. Los sindicatos se oponen a los despidos y advierten de que responden a «una decisión unilateral de un equipo de gobierno» que elude «la negociación colectiva y divide a los trabajadores, premiando a unos y no a otros». Los representantes de los trabajadores anunciaron medidas de presión (acudirán en bloque al próximo pleno) y se mostraron convencidos de que los despidos acabarán en los tribunales.

Sostienen que amortizar ahora plazas no tiene justificación, toda vez que el ayuntamiento acabará el año con remanente positivo de tesorería e incluso ha bajado impuestos. Instan a que se recupere «el talante negociador que ha existido en Benissa y se acabe la política del ninguneo a las organizaciones sindicales».