Los residentes extranjeros miran con lupa la cartera sanitaria antes de elegir el pueblo donde se van a comprar un chalé. El grupo Hospital Clínica Benidorm (HCB) intuía desde hacía años que su expansión natural debía producirse en la Marina Alta, una comarca en la que más de la mitad de la población es nou vinguda. Hace unos meses se hizo cargo de la clínica Asistel de Moraira y ahora ha desembarcado de todas todas. Ha invertido 4 millones de euros en poner en marcha un centro de diagnóstico y especialidades médicas en Calp. En Dénia, sí funcionan otras clínicas privadas. Pero en Calp no había competencia. De ahí que HCB apostara fuerte. Además, Marina Salud, que es la empresa que gestiona la sanidad pública en al Marina Alta, va rezagada en su plan de inversiones; tiene pendiente construir un nuevo centro de salud en la villa del Penyal d'Ifac.

El nuevo centro de diagnóstico y especialidades está equipado con «tecnología punta», destacó ayer la directora general de HCB, Ana Paz, que reveló que «la escucha activa nos ha traído hasta aquí». Se refería a que han detectado que muchos de los pacientes que acuden a Benidorm viven en Calp. Son en su mayoría jubilados extranjeros. Ahora no tendrán que moverse para un diagnóstico (el centro cuenta con unidad de radiodiagnóstico y laboratorio) o para que los vea el cardiólogo, el ginecólogo o el traumatólogo. El centro también dispone de consulta de pediatra. El gerente de HCB, Juan David Gómez, apuntó que empiezan a dar servicio a familias rusas con niños pequeños. También avanzó que cuando el centro de Calp esté a pleno rendimiento atenderá al año unas «6.000 ó 7.000 consultas».

El centro cuenta con 1.500 metros cuadrados distribuidos en diez consultas, despachos y un aparcamiento propio de 80 plazas. Tiene urgencias y una ambulancia UCI.