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Pesca

Los pescadores de Calp dejarán de faenar en las latitudes donde detecten anisakis

Investigadores de la Universidad Católica analizarán el pescado aunque creen «remoto» encontrar el parásito

Los pescadores de Calp dejarán de faenar en las latitudes donde detecten anisakis

La Cofradía de Pescadores de Calp se ha enrolado en la pesca sostenible. «Queremos que el sector tenga futuro para las nuevas generaciones», destacó ayer el patrón mayor del Pòsit, Juan Pérez, quien ha apostado por ir de la mano de los investigadores del grado de Ciencias del Mar de la Universidad Católica. Estos biólogos tienen un centro de investigación en el puerto calpino (en la antigua lonja) y saben que la experiencia de los pescadores les marca el camino de muchos estudios. Por tanto, el interés por colaborar es mutuo. Y, de momento, se concreta en el control del anisakis, el parásito que tan mala fama le ha dado al pescado, y de la evolución de las crías de pulpo que se devuelven al mar tras engancharse en las redes.

Los biólogos analizarán el pescado para comprobar si tiene anisakis. Dado que la cofradía controla qué capturas realiza cada barco sería fácil establecer en qué coordenadas y profundidad se ha pescado la especie que pueda tener una concentración peligrosa del parásito. «En el caso remoto de que se detectara anisakis, dejaríamos de pescar en esas latitudes y profundidad», avanzó el patrón mayor.

«Estos análisis nos dan la oportunidad de demostrar que nuestro género es ecológico y de calidad», apuntó Juan Pérez, que explicó que en Alicante se consume un 20 % de pescado fresco de la bahía frente al 80 % de pescado de fuera o criado en granjas marinas.

Los biólogos del Imedmar (Instituto de Investigación en Medio Ambiente y Ciencia Marina), Micaela García Martínez y José Rafael García, recogerán las muestras para realizar las analíticas de anisakis. También realizarán otro proyecto pionero en la Comunitat, el del seguimiento de las crías de pulpo. Las marcarán para comprobar si, cuando se capturan ya de adultos, siguen en estas costas o han emigrado a otras. Este estudio trata de dar respuesta al declive que los pescadores han advertido de esta especie.

La colaboración entre el Pòsit y los investigadores de la Universidad Católica seguirá en otros frentes. La actividad pesquera busca respuestas. El patrón mayor comentó, por ejemplo, que tras los paros biológicos de las flotas de arrastre los barcos faenan unos días sin atrapar nada en sus redes. Cuando han barrido los fondos arenosos, ya empiezan a pescar la gamba roja. «Este crustáceo quiere el fondo marino limpio», infirió Juan Pérez.

«Queremos compartir conocimientos con los pescadores. Ellos tienen la experiencia de faenar todos los días y nosotros las posibles respuestas científicas. Lo importante es que la comunicación fluya y trabajemos juntos», precisó la investigadora Micaela García.

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