Tras diez horas en Urgencias, Juan, de 55 años, salió del hospital de Dénia con un corsé y con la recomendación de la doctora de que su esposa, Isabel Sánchez, le preparara en casa «un caldito». Tres días después, el paciente ingresó en la UCI del hospital inconsciente y, seis días más tarde, falleció de una neumonía. Isabel Sánchez está convencida de que su marido se hubiera salvado si el 13 de febrero, que fue cuando lo llevó a Urgencias porque no paraba de toser y ya estaba muy débil (Juan era enfermo crónico y acudía a revisiones periódicas al servicio de Oncología), le hubieran diagnosticado la neumonía. Ya ha presentado una queja por mala praxis médica y ha reclamado a Marina Salud, que es la empresa que gestiona la sanidad en la Marina Alta, todo el historial de su marido para interponer una denuncia.
Esta mujer explicó ayer que el pasado 12 de febrero acompañó a su marido al médico de cabecera. «En los dos o tres últimos meses, había perdido peso y se encontraba mal. Él ya le dijo al doctor que pensaba que tenía una neumonía». El médico les redactó un informe y los envió al hospital. Isabel llevó a su esposo a Urgencias a las 7.25 horas del día siguiente. Juan entró en silla de ruedas ya que apenas se tenía en pie. Además, no paraba de toser. Le dolía el costado. A las 17.10 horas, le dieron el alta. En la queja, Isabel destaca que el diagnóstico era de «fractura con acuñamiento lumbar de reciente aparición, síndrome constitucional, gastritis y dolor crónico». El hombre salió del hospital con un corsé y una cita para traumatología. «Y la doctora me dijo que en casa le diese un caldito», recuerda, indignada, Isabel.
Tres días después, Juan regresó al hospital, pero ya en ambulancia e inconsciente. «Cuando llegué a casa de trabajar, se le trababa la lengua y luego perdió el conocimiento». Los médicos lo ingresaron directamente en la UCI, donde lo intubaron. El día 22 (nueve después de que le dieran el alta en Urgencias) falleció a causa de una neumonía.
«Claro que me ha quedado la duda de que quizás ahora mi marido estaría vivo si desde el principio le hubieran acertado el diagnóstico y lo hubieran ingresado», indica Isabel, que asegura que incluso el médico de cabecera sugirió la posible neumonía al examinar, antes que nadie, al paciente.
