El distrito París Pedrera ha empezado las Fallas con mal pie. Su directiva y la mayoría de los falleros decidió el jueves, en una asamblea extraordinaria, destituir al presidente, Vicente Gómez Rodríguez. Estaba cantado. La gestora de esta falla ya había enviado hace días una carta a la Junta Local Fallera en la que le comunicaba la intención de remover del cargo a Gómez, que aseguró ayer a este diario que él «siempre» ha querido solucionar las discrepancias «a buenas y sin ensuciar el nombre de la comisión».

La Falla París Pedrera envió, por su parte, un escueto comunicado en el que atribuía la destitución a «motivos internos». No explicaba más.

La presidencia de Gómez empezó, sin embargo, con muchos retos por delante. Este distrito lleva años relegado en la lucha de los premios a la mejor falla. De hecho, incluso peligraba su continuidad en la sección especial. Bajar a primera categoría hubiera sido una debacle. De ahí que el presidente y la fallera mayor, Irene González, se comprometieran a poner dinero de su bolsillo para, además de salvar la categoría, volver a competir por el máximo galardón. Gómez indicó ayer a este diario que él aportó 3.000 euros. Dijo que ahora quiere recuperar esa cantidad. «Yo ya no voy a disfrutar la falla. Antes de que saquen un ninot a la calle, quiero que me devuelvan mi dinero», manifestó.

El presidente negó una acusación que se deslizó ayer contra él. «Sí, ahora tratan de desprestigiarme, pero yo no he ido a ningún comercio a cobrar la publicidad y los pergaminos y quedarme el dinero. Hoy mismo ha acudido con testigos a esos comercios para que todo quedara aclarado».

Afirmó que la gestora pretendía que firmara un documento por el que se hacía cargo del presupuesto general de la falla. «Si el ejercicio sale mal, pues sale mal para todos, pero no me pueden endosar a mi los gastos», dijo.