Benissa no olvida a los brigadistas. Uno de los últimos que quedan vivos es Joseph Almudéver, quien a sus 95 años mantiene la misma vitalidad y compromiso que le empujaron a alistarse en la 129 Brigada Internacional y a combatir por la libertad y la República durante la Guerra Civil. Almudéver, que es francés (nació en Marsella, pero sus padres eran valencianos), estuvo el pasado 15 de abril en Benissa. Acudió al cementerio a rendir homenaje a los diez brigadistas internacionales allí enterrados. Luego visitó el Parc dels Internacionals, que está ante el antiguo sanatorio republicano. El alcalde, Juan Bautista Roselló, lo recibió en el salón de plenos y le pidió que firmara en el libro de honor.

Almudéver participó en la semana de homenaje a las Brigadas Internacionales que el Casal Cultural de Benissa celebra cada año en la Seu Universitària. El luchador antifascista participó en el acto en el que se presentaba su biografía, titulada Pobre República. Memorias de un miliciano y brigadista.

Joseph Almudéver se resistió a dejar el frente. Vivió el fin de la guerra en el puerto de Alicante, donde fue hecho prisionero y trasladado al campo de concentración de Albatera. Pasó por diversos penales franquistas. Regresó a Francia en 1947. Este brigadista se enroló en el bando republicano cuando sólo tenía 17 años. En 1938, un obús le causó graves heridas y fue enviado a su país. Pero regresó y se alistó en la Brigada Internacional. Ahora ha vuelto a Benissa, un pueblo que guarda la memoria de unos combatientes extranjeros que en muchos casos dieron su vida por la democracia y la república.