El corte se produjo sobre las 11 de la mañana. Los operarios de Aqualia trabajaban a toda prisa para restablecer cuanto antes el suministro. Un vecino avisó de la fuga. El agua potable caía al río Girona. Las obras de reparación se llevaban a cabo junto al puente que lo cruza en la carretera de les Marines. El propio alcalde, Jaume Ivars, acudió a comprobar cómo marchaban las obras de reparación.