José María Morera es «la memoria del teatro». Así lo subrayó ayer su amigo Jesús Huguet, secretario del Consell Valencià de Cultura, quien considera que Morera es clave para comprender el teatro español de al menos tres décadas, las de los 60, 70 y 80. La primera obra que dirigió en Madrid en 1964, Diálogo de la herejía, fracasó por «polémica y anticatólica». Pero Morera, que fue sobre todo un director de actores (trabajó con Gemma Cuervo, Fernando Guillén, Carlos Larrañaga, María Luisa Merlo, Josep Maria Pou, Vicente Parra o María Luisa Ponte, entre otros), siguió apostando por un teatro comprometido y progresista. Se consagró con montajes como Rosas Rojas para mi (1969) y Los secuestrados de Altona (1972), con las que logró el premio nacional de dirección teatral.

Morera, que nació en Russafa en 1934 y ahora vive retirado en Ondara, tiene también una relación especial con Dénia. En junio de 2012, cedió su fondo documental (63 cajas de libros, diarios de ensayos, dibujos de escenografías y vestuario, fotos, correspondencia, premios€) al Arxiu Municipal dianense.

Ese fondo ve ahora la luz por primera vez. El Centre d´Art l´Estació acoge la exposición José María Morera. Un hombre de teatro, un hombre de cultura. A la inauguración, que tuvo lugar ayer, acudió el propio Morera, así como Huguet, Jesús Palomero, que es miembro de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, y el escenógrafo José Ramón de Aguirre. La historia reciente del teatro español toma cuerpo en cada panel y vitrina.

Una de las vitrinas muestra el libreto de la ópera Vinatea, estrenada en 1974 en el Liceu de Barcelona. Fue en valenciano y le puso música Matilde Salvador. Al director teatral le iban los grandes retos escénicos.