Alrededor de las 12.30 horas de ayer, una niña de 3 años, vecina de el Verger entró en el servicio de urgencias del hospital comarcal Marina Salut para ser atendida por unas mordeduras de perro. La niña presentaba heridas en la nariz, una de las mejillas y un párpado. Pocos minutos después, tras comprobar la gravedad de las lesiones, los médicos que la atendieron decidieron trasladarla al quirófano.

Según apuntaron desde el centro hospitalario, pese a lo aparatoso del incidente, la operación salió según lo esperado y la pequeña ya ha sido trasladada a la planta, dónde pasará unos días para recuperarse.

El incidente se produjo ayer alrededor de las 11 horas de la mañana, cuando la niña, junto a sus hermanos y su abuelo se encontraban en una pequeña caseta cerca de la calle la Vía de el Verger, dónde la familia tiene varios perros. El hombre se encontraba realizando tareas del campo mientras los niños jugaban, siempre ante la atenta mirada de su abuelo. En un pequeño descuido, la niña intentó coger con sus manos a uno de los pequeños cachorros que una de las perras dio a luz hace tan sólo unos días. El animal, al sentir la amenaza sobre su camada se lanzó sobre la pequeña y le mordió en la cara.

Rápidamente el abuelo trasladó a la menor al centro de salud del municipio, dónde la médico de urgencia comprobó que la pequeña necesitaba la atención de un cirujano. Al parecer, la mordedura le había provocado heridas en la mejilla, la nariz y un párpado, siendo en esta última parte de la cara la que más preocupaba a la galeno, que decidió enviarla al hospital Marina Salut.

Pasados unos minutos del mediodía, un dispositivo de urgencias del centro hospitalario esperaba la llegada de la ambulancia que trasladó a la niña. Alrededor de las 13.30 horas, la niña entraba en el quirófano. Mientras la pequeña era atendida, miembros de la policía y de la Guardia Civil se presentaron en el lugar del accidente para investigar lo sucedido, según explicó el alcade del municipio, Ximo Coll. Según el edil, el abuelo de la niña atendió a los agentes muy preocupado, en todo momento por la salud de su nieta. De momento, no se ha confirmado qué pasará con el animal, que horas después del incidente permanecía en su caseta con sus crías.

No es el único incidente de estas características sucedido en el municipio, el edil recordó otro caso, sucedido hace más de una década, en el que otro perro atacó a un niño. En aquella ocasión, el animal tuvo que ser encerrado en cuarentena unas semanas pero no fue sacrificado.