Los nuevos chalés se hacen sitio en los saturados acantilados de Xàbia a base de piqueta. En Ambolo, donde ya no cabía ni un alfiler, las empresas dedicadas al segmentos de los chalés de lujo encuentran parcelas donde no las había. Están comprando viejos chalés para demolerlos y levantar nuevos que venden por precios desorbitados que superan los dos millones de euros. En la bajada a la cala de Ambolo, la empresa Miralbó Urbana, que también ha construido ahora en los acantilados de la Granadella, acaba de echar abajo un viejo chalé. La vista que tendrá la nueva vivienda, que aprovechará el desnivel para tener una planta baja y dos alturas, será impresionante. Se asomará a la cala de Ambolo, a los acantilados y a la Illa del Descobridor. Es ya difícil encontrar solares tan espectaculares en el litoral de la Marina Alta. Sin embargo, el nuevo urbanismo de lujo remueve los obstáculos que se le ponen delante. Derribar viejos chalés para construir nuevos comienza a convertirse en práctica urbanística habitual.
