Ahora que el Consell quiere pisar el acelerador con el Tren de la Costa (incluye la conexión entre Gandia y Dénia, desmantelada en 1974) no hay interlocutor al otro lado. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, afirmó ayer en Dénia que esta infraestructura es esencial para unir Dénia y la Marina Alta con el mundo. «Es una prioridad para el Gobierno valenciano y, desde el primer día, exigiremos el tren al nuevo Gobierno de España. Ya no podemos tirar más balones fuera», declaró Puig, que lamentó que «los últimos cuatro años han sido de promesas, pero no se ha hecho nada».
En esos cuatro años pasó de largo el tren de la sintonía política. El PP gobernaba en Madrid, Valencia, Dénia y Gandia. Pero el proyecto no arrancó. La conselleria de Infraestructuras, eso sí, presentó hace ahora un año un estudio de viabilidad que rebajaba el coste de las obras del Tren de la Costa, que conectará por el litoral Valencia y Alicante, de 1.300 a 955 millones. El estudio concluía que este ferrocarril sería, sin duda, rentable. Ya no hubo más avances. De poco ha servido que la Safor y la Marina Alta, de tanto desgañitarse en pedir el tren, lo hayan convertido en una reivindicación histórica.
Puig departió ayer un rato con los portavoces políticos de Dénia. Luego reconoció que le insistieron en que urge acabar con el déficit de comunicaciones de una comarca cuya línea directa con el mundo es una autopista de peaje. «Vamos a trabajar para que esta ciudad tenga unas infraestructuras adecuadas», aseveró.
El presidente del Consell admitió que la gestión sanitaria de la Marina Alta, de la que se encarga la empresa Marina Salud, no se puede rescatar de la noche a la mañana. «Es evidente que debemos dar pasos de forma ordenada y legal», dijo para luego calificar de «escándalo» la privatización de la sanidad.
Puig, que acudió a Dénia acompañado del secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, se comprometió a apoyar a Dénia en las acciones que lleve a cabo ahora que debe desarrollar su proyecto de Ciudad Creativa de la Gastronomía. Afirmó que esta distinción de la Unesco (Dénia y Burgos son las primeras ciudades de España que la logran en el apartado culinario) «beneficia a esta ciudad y al conjunto de la Comunitat».
