El turismo aspira a ciencia exacta. Que si tantos visitantes en un año, que si gastan más o menos euros, que si vienen de aquí o de allá? Todo son datos. Xàbia se agarra a una cifra que saca a flote un nuevo mercado turístico: 30.028. Ese es el número de las inmersions que se realizaron en la costa xabienca (25 kilómetros de playas, calas y acantilados) durante el pasado año. Los clubes de buceo viven un trajín constante. El verano es frenético. Pero en otros meses el mar está más claro y los buceadores tienen mejor visibilidad bajo el agua. En otoño, invierno y primavera, en Xàbia también se bucea. Y mucho.
Así las cosas, este municipio ha decidido explorar ese nuevo caladero turístico. El alcalde y concejal de Turismo, José Chulvi, avanzó ayer que en la campaña de promoción que arranca ahora en Fitur Xàbia presumirá de fondos marinos y «se venderá» como un potente destino subacuático. La reserva marina del Cap de Sant Antoni y otras 22 rutas submarinas repartidas por Ambolo, la Granadella, el Portitxol o la Cala Blanca esconden un mundo por descubrir. Los secretos del mar, incluso algunos pecios de gran valor histórico, están ahí abajo. El departamento de Turismo presentará en Fitur una guía especializada que lanza el siguiente anzuelo: «sumérgete en un mar de vida».
Otra estadística a la que se engancha Xàbia es la que revela que la mayoría de los buceadores prefiere huir del agobio turístico. El 57 % de las inmersiones del pasado año se realizaron en meses distintos a julio y agosto. Para el alcalde, este dato saca a la luz el potencial de este mercado para romper la estacionalidad y alargar al máximo la temporada. «Nuestra lucha ahora es evitar la saturación en verano y elevar la ocupación en otros meses», advirtió el munícipe.
Además, los buceadores son turistas que aprecian y respetan la naturaleza.
