El gobierno en minoría de Gata (Compromís y JuGa) ha salvado el primer escollo. En el pleno del martes, aprobó los presupuestos para el actual año, que suben a 4,9 millones y son claramente al alza. El incremento respecto al pasado año es de 600.000 euros. El PSPV, que hace un mes abandonó el pacto, se abstuvo y facilitó que las cuentas salieran adelante. El presupuesto sube por el estirón que han pegado los ingresos de IBI tras la regularización de los valores catastrales.

Ese dinero de más permite pagar la subida salarial del 1,1 % de los salarios al devolverse ahora la mitad de la paga extra de 2012 y reforzar las ayudas sociales. Además, el gobierno local destina 30.000 euros a hacer frente a convenios urbanísticos que «se arrastran desde hace 15 años», afirmó la edil de Hacienda.