La ópera triunfa en la Marina Alta. A cada nuevo estreno que acoge el auditorio de Teulada, acude más público entregado. Además, el auditorio tiene el olfato de programar óperas clásicas. Funcionaron cuando se estrenaron en el siglo XIX, en el apogeo de la lírica, y hoy siguen conmoviendo. Así ocurrió este fin de semana con un nuevo montaje del Rigoletto de Verdi que puso en escena la compañía Ópera 2001.

Más de un millar de personas asistieron el viernes y el sábado a una representación que era el estreno nacional de un Rigoletto que respetaba al pie de la letra el libreto original. La dirección musical corrió a cargo de Martiz Mazik y la dirección de escena correspondió a Roberta Matelli. Miguel Lainz se encargó de la dirección artística. Más de cien personas, entre músicos, coristas y solistas, dieron vida a esta ópera. Los más ovacionados, cómo no, fueron las sopranos Pauline Rouillard y Sonia Bellugi y los tenores Juan Carlos Valls y David Baños.

Los melómanos de la Marina Alta están de enhorabuena. Desde que el auditorio programa ópera, más de 7.500 espectadores han disfrutado de representaciones de cuidada puesta en escena.