La gamba roja ha empezado a sacudirse la aureola de producto de lujo. El Pòsit de Dénia y los bares del Mercat han conseguido, en tres días, popularizarla. Los bares la han ofrecido a precios tirados. Por dos y cuatro euros servían raciones de tres y seis gambas hervidas del calibre 4 (las más pequeñas). El viernes se sirvieron más de 400 raciones. El sábado los bares se quedaron sin gambas. Y ayer, el día del concurso internacional de cocina creativa, el Pòsit hizo un esfuerzo descomunal y, pese a que el lunes las barcas no habían pescado gran cosa, surtió de gamba roja a los bares, que vendieron más de 500 raciones. Así, en tres días de precios populares, la gamba roja de Dénia se ha democratizado.

Ese paso de popularizar el marisco más exclusivo se aviene muy bien con el título de ciudad creativa de la gastronomía que la Unesco concedió a Dénia el pasado 11 de diciembre. La nueva cocina, incluso la alta cocina, están más a mano.

El desenlace del concurso internacional de cocina creativa también ayudó ayer a democratizar la gamba. El chef ganador, Álvaro Abad García, del restaurante El Plantío Golf Resort de Alicante, optó por potenciar el marisco en un plato asequible y de esencias tradicionales y populares, el puchero. Su cocido de gamba roja convenció al jurado encabezado por el tres estrellas Michelin Quique Dacosta. Era una apuesta arriesgada. Pero bien trabada. En la Marina Alta y, en concreto, en Benissa, el plato estrella es el Putxero de Polp. Un puchero de gamba roja tenía, por tanto, mucho sentido.

Álvaro Abad ha perseverado hasta triunfar en el certamen de Dénia. «Era la tercera vez que me presentaba. Creo que me han dado el premio por cabezota», dijo el cocinero, que destacó que el galardón se queda «en la terreta».

El chef dio la campanada. Estaba en el nómina de ocho finalistas casi de rebote. Entró al descalificar el director del concurso, Rafa Soler, a un cocinero que se presentó por un restaurante de Dénia aunque ya no trabajaba en sus fogones. Álvaro Abad se coló así entre los finalistas y ayer se llevó la gloria (también 2.500 euros).

El segundo premio fue para Guillermo Marín, del restaurante DeÓ Centro, de Sevilla. Elaboró un ceviche de gamba roja de Dénia. Mientras, al tercer escalón del podio subió Víctor Trochi, del restaurante Les Magnòlies, de Arbúcies (Girona). Su gamba roja estuvo acompañada de jugo de ajo refrito, citronelle y jengibre, de tropezones de manzana verde y de helado de ajo negro.

El certamen rindió homenaje al restaurador de Dénia Jaime Gavilá. Su padre le dio fama a la gamba roja. Innovó al servirla hervida. Hasta entonces se utilizaba para dar sabor a los caldos de pescado. Jaime Gavilá pertenece, de hecho, a una estirpe de hosteleros que comenzó con su abuelo, fundador del mítico restaurante Negresco, luego bautizado como Gavilá. «Este reconocimiento lo comparto con mi padre y con mi esposa, que es la que más ha trabajado».