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Xàbia

Unos padres sacan del comedor a su hija autista tras denunciar que se la apartaba en una mesa

Fabián Reig, padre de la menor de 9 años, asegura que se le separó durante dos semanas del resto de alumnos que se quedan a comer en el colegio del Arenal

Unos padres sacan del comedor a su hija autista tras denunciar que se la apartaba en una mesa

«Hasta que no tengamos la certeza de que nuestra hija está bien atendida no podemos dejarla otra vez en el comedor». Fabián Reig, el padre de Sol, una niña de 9 años con autismo, afirma que, desde primeros de diciembre, cuando sacó a su hija del comedor del colegio Arenal de Xàbia, nadie le ha aclarado por qué a la menor se la separó del resto de alumnos y se la puso a comer aparte en una mesa. Reig afirma que esa situación se mantuvo «al menos durante dos semanas».

Sin embargo, el director, en un escrito remitido a los padres y que firma también el equipo directivo, indica que dos alumnas del aula de CyL (aula de educación especial de Comunicación y Lenguaje) «sólo comieron tres días» en una mesa, que, según un gráfico aportado por los padres, está en un rincón del comedor.

En el mismo escrito, el director afirmaba que la inspectora daba por zanjado este asunto, «ya que tras todas las averiguaciones realizadas no se ha detectado una mala praxis por parte del centro».

La terapia de relacionarse

Pero a los padres de Sol esta respuesta no les ha convencido. «Queremos estar seguros de que no vuelve a pasar nada así. Ni a mi hija ni a ningún otro alumno», afirmó ayer Fabián. Estos padres y otros ya advirtieron al director de «la exclusión» en el comedor de los alumnos con TEA (Trastorno del Espectro Autista). Indicaron que esa hora de la comida es cuando estos niños pueden relacionarse mejor con el resto. Afirman que todo iba bien mientras un monitor especializado ayudaba a los alumnos con dificultades a comunicarse con sus compañeros. Pero este educador estuvo 15 días de baja (luego se le despidió). Y a los niños con TEA, afirman los padres en ese escrito, se los «apartó del resto». Estos padres afirmaron entonces que estos alumnos «han sido víctimas de una discriminación social» y lamentaron que no se cumplieran los principios de la escuela inclusiva.

Los progenitores de Sol dirigieron el 2 de diciembre otro escrito al director en el que le pedían que tomara «medias de inmediato para solucionar las deficiencias en el servicio de comedor». También le comunicaban que sacaban a su hija del comedor. Lo hacían pese a que tienen beca y a que asistir era una buena terapia para la niña. «Es importante que se relacione, pero no podemos exponernos a que se sienta excluida», advirtió Fabián Reig.

La desconfianza hacia este servicio, precisaban los padres en la carta, también se sustentaba en otros «despropósitos». Afirmaban que incluso se les envió un parte de cómo había comido la niña y se había comportado de un día que no asistió al colegio.

Este diario se puso en contacto ayer con el director del colegio del Arenal, que declinó hacer declaraciones y remitió a preguntar a la conselleria de Educación.

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