El primer día de faenar tras el paro biológico fue un desastre. Los pescadores, eso sí, lo daban por hecho. Las barcas de arrastre de Dénia, Xàbia y Calp regresaron en la tarde de ayer a puerto sin apenas gamba roja. Pescar, sí pescaron. Pero mucha musola (es un pequeño tiburón), brótola y cangrejo. De la gamba, ni rastro. Las barcas pescaron entre dos y seis kilos de marisco. «Esas cantidades no son nada. Hemos perdido el día», lamentó un pescador en el puerto de Xàbia.

En realidad, los marineros saben por experiencia que tras la parada biológica la gamba roja se esfuma. Al principio, era un misterio. Pero ahora los pescadores ya saben por qué este marisco, que debería haberse regenerado (los arrastreros llevan un mes amarrados a puerto), desaparece. Las barcas no han peinado los caladeros y han proliferado los depredadores de la gamba roja, sobre todo la musola (es un pequeño tiburón). De ahí que ayer los pesqueros atraparan gran cantidad de estos peces. Algunos barcos pescaron 50 kilos de tiburoncitos. Ahora deben seguir echando las redes para «limpiar» los caladeros de musolas. Entonces volverán a pescar gamba.

Marineros consultados ayer explicaron que los únicos años que, tras el paro biológico, había más gamba roja fue cuando lo realizaron en los meses de enero y febrero. «Pero ahora, en junio, es muy cuestionable que sirva para algo», indicó uno de los pescadores. Los arrastreros volverán también el lunes a puerto sin apenas marisco. Pero, a final de semana, la pesca se recuperará. Y los restaurantes de la comarca pondrán volver a servir ese tesoro gastronómico que es la gamba roja de Dénia y de la Marina Alta.