El Ayuntamiento de Calp, gobernado por el PP y dos grupos independientes, ha desterrado el valenciano. Las nuevas señales son sólo en castellano. De la cartelería de los actos culturales e incluso de los documentos oficiales, ha desaparecido una de las dos lenguas oficiales. A numerosos vecinos ese «olvido» les ha chirriado. También les llama la atención el creciente uso por parte del gobierno local del topónimo «Calpe», cuando el único oficial es Calp.

Los residentes, eso sí, no se quedan de brazos cruzados. Han presentado reclamaciones en el ayuntamiento. Le exigen que cumpla la Llei d´Ús i Ensenyament del Valencià y el Estatut d´Autonomia. Subrayan el carácter bilingüe del municipio. Y denuncian la «total discriminación» de una de las dos lenguas oficiales.

Inciden en que el gobierno local está tan empeñado en desterrar el valenciano que en los rótulos de las calles ha mantenido la palabra «carrer», pero luego ha puesto el nombre en castellano. Hay ejemplos tan llamativos como el de «carrer Mayor» o «carrer Maestros».