Al Ministerio de Fomento le va a llegar un alud de alegaciones al trazado del Tren de la Costa. La Marina Alta quiere el ferrocarril. Pero no a a toda costa. El pleno de Senija ha rechazado por unanimidad todas las opciones de trazado que propone el ministerio. Y con argumentos de peso. Advierte de que Senija tiene un término municipal reducido y, si lo atraviesa el tren, el pueblo sufriría un «impacto ambiental que transformaría muy considerablemente sus características tradicionales y rurales». El pleno también avisa del «impacto acústico» de otra vía de comunicación que se uniría a la AP7 y la N332.

La alegación precisa que el trazado «transcurre por la única zona productiva agrícola plenamente cultivada», en la que destaca la vid. Sostiene que se crea «otra barrera arquitectónica» además de la ya existente de la autopista. La circunvalación de la N332 para salvar la actual travesía de Benissa (proyecto que, por fin, va adelante) también muerde un trozo de Senija. Y luego vendrá el corredor mediterráneo.

La vía del tren obligaría a crear nuevos caminos rurales, «generando más destrozos en la zona». El pleno apunta que el trazado también afectaría al paraje natural e histórico de la Cova de la Garganta. Senija, en suma, exige otro trazado que no le pase por encima.