Nadie se sorprendió demasiado. El burkini ya se deja ver en las playas de Dénia. Y los bañistas, de natural tolerante, no cambiaron el gesto cuando vieron a un grupo de chicas muy jóvenes caminar por la orilla de la playa del Raset y refrescarse en el mar vestidas de los tobillos a la cabeza. «En la playa, cada uno va como quiere y no pasa nada», comentó un joven que tomaba el sol con su novia. «Sí, las he visto pasear por la orilla vestidas de arriba a abajo. Sorprende un poco, pero a nadie le molesta», comentó un socorrista.

Las chicas llegaron a Dénia con una excursión de turistas árabes. La comitiva era bien numerosa. Viajaban en dos autobuses. Las personas más mayores decidieron pasear por las calles de Dénia, por su puerto y por Marqués de Campo. Algunos, que ya conocían el pasado islámico de Dénia, la antigua Daniya, subieron al castillo. La fortaleza del siglo XI es de origen andalusí.

Mientras ese grupo se empapaba de cultura, los más jóvenes se fueron a la playa. Los chicos sí se bañaron con bermudas occidentales. Pero la mayor parte de las jóvenes se metieron en el mar ataviadas con el burkini y con la cabeza cubierta con un hiyab.

Este verano ya se han empezado a ver algunos bañadores islámicos en la Marina Alta, una comarca con una importante comunidad árabe. En el Moraig, en el Poble Nou de Benitatxell; la Marineta Cassiana, en Dénia, o la Granadella, en Xàbia, algunas mujeres han utilizado este traje de baño. Pero ayer, por primera vez, un grupo numeroso de chicas vestidas con burkini disfrutó en Dénia de la playa. En el verano de 2013, este diario ya se hizo eco de la sorpresa que causó entre los bañistas de les Marines observar a ocho mujeres musulmanas cubiertas con niqab (el velo integral que sólo deja un hueco para los ojos) tomando el baño.