La solución intermedia ha triunfado. Tras rebelarse numerosos vecinos contra la prohibición de aparcar en las estrechas calles del barrio de les Roques de Dénia y ante el caos de dejar estacionar a todo el mundo, el Consell del Pla Especial de les Roques ha tirado por el camino de en medio. La mayoría de sus miembros (13 de los 15 que votaron) decidió que en estas calles, encerradas entre la muralla levantada en el siglo XVI y el castillo, sólo puedan estacionar los residentes.

El consejo acordó que les Roques adquiera la condición de zona residencial. Esto significa que los peatones tendrán prioridad a la hora de pasear por calles como la del Cid, Benicadim, Sant Francés (es la que sube al castillo), Santíssima Trinitat o Beniatlà. Los coches no podrán circular a más de 30 km/h.

Además, sólo los residentes podrán estacionar aquí sus vehículos. El ayuntamiento les entregará una tarjeta especial.

El concejal del barrio de les Roques, Paco Roselló, avanzó que la limitación de aparcamiento se aplicará lo antes posible. El ayuntamiento colocará señales que indiquen que el barrio es ahora zona residencial, que los viandantes podrán pasear a sus anchas y que quienes no sean residentes tienen prohibido aparcar aquí sus vehículos.

Les Roques ha mantenido su antigua fisonomía de arrabal amurallado. El conflicto del aparcamiento provocó un cisma en la junta vecinal y la dimisión de los presidentes que defendían que ya era hora de liberar el barrio de coches. Ahora se pacifica algo más que el tráfico.