El Tribunal Supremo ha silenciado la cantera de l´Atzaïla, cuyas explosiones hacían temblar las casas de l´Atzúbia y llenaban el pueblo de polvo. La cantera está en término de Pego, aunque en el límite con l´Atzúbia. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ya le dio la razón a la asociación ecologista Gelibre. Declaró ilegal la actividad de extracción de áridos. Esa sentencia es de septiembre de 2014. La recurrieron la conselleria de Medio Ambiente, el Ayuntamiento de Pego y la empresa Pavimentos Bituminosos Serrano, S. L.

Ahora el Supremo ha rechazado el recurso y ha confirmado que la actividad necesitaba de licencia ambiental.

Gelibre subrayó ayer que la sentencia del Supremo «protege a los ciudadanos de l´Atzúbia». El permiso de Pego para esta explotación minera, que está próxima al parque natural del Marjal, databa de 1963.