La Cova Tallada es un yacimiento arqueológico de primera. La dirección general de Patrimonio, tras el hallazgo de un candil andalusí del siglo XI durante una limpieza de la cueva, que tras el verano acumula bastantes residuos, ha instado al Ayuntamiento de Xàbia a incluirla en su catálogo de bienes protegidos con la figura de Bien de Relevancia Local (BRL). Al mismo tiempo, exige que en épocas de gran afluencia de visitantes se regule el acceso para no dañar la riqueza histórica de la gruta. El pasado verano hubo días en los que estaba a reventar de visitantes.

El alcalde de Xàbia, José Chulvi, ha avanzado que esta tarde, en el pleno, presentará una moción para incluir la Cova Tallada en el catálogo de bienes protegidos. Chulvi se ha mostrado satisfecho por la protección arqueológica que adquiere un enclave de gran belleza natural y paisajística. Ha indicado que ahora deberán coordinarse su ayuntamiento con el de Dénia (la principal senda de acceso a la cavidad está en este término), con la conselleria de Medio Ambiente y con el parque natural del Montgó para tomar medidas para preservar la cueva. No se mostró partidario de prohibir el acceso, pero sí abogó por regularlo y evitar que ocurra como los fines de semana del pasado verano, cuando la gruta estaba atestada de turistas.

La Cova Tallada tiene también valor histórico por ser la gran cantera de la que se sacó la piedra tosca con la que se construyó la iglesia gótica de Sant Bertomeu de Xàbia. Los sillares también se emplearon en el castillo de Dénia. A esa actividad extractiva se debe la peculiar configuración de una ruta que, como su nombre indica, parece cortada a cincel y martillo.

Patrimonio también plantea iniciar el expediente para declarar la cavidad Bien de Interés Cultural (BIC). En su interior, también hay grafitis conmemorativos de una visita que realizó Felipe III en 1599.