Eligieron la peor noche para acampar en la cima del Montgó. Valentina P., de 28 años, y su compañero, de 39, subieron a la montaña el domingo por la tarde, antes de desatarse un tremendo temporal de lluvia, viento y frío. Les sorprendió en la cumbre, cobijados con sus tres perros en una tienda de campaña que no soportó el vendaval. «Todavía tengo las manos hinchadas del frío que pasamos. Tuvimos principio de hipotermia», relató ayer Valentina a este diario. Admitió que fue «una tontería» acampar en el Montgó sin consultar antes las previsiones meteorológicas. «Fue una noche terrible. Sufrimos mucho», dijo.

Valentina explicó que avisaron al 112 para que los equipos de emergencia subieran a rescatarlos. Criticó que, cuando habló con los bomberos, éstos le dijeron que no podían ir a por ellos y que se abrigaran y prepararan para pasar la noche como pudieran. Esta joven afirmó también que los bomberos se enfadaron con ellos por la imprudencia de ascender al Montgó cuando existía una alerta meteorológica. «Por supuesto, la culpa era nuestra. Pero nos abandonaron totalmente».

Fuentes del consorcio provincial de bomberos coincidieron en que no podían acudir al rescate dado que ya era noche cerrada y el helicóptero no podía volar. Indicaron que le preguntaron a los dos excursionistas si tenían alguna lesión o estaban enfermos, a lo que les contestaron que no. Y precisaron que a la mañana siguiente, pese a que el día era también infernal y la visibilidad escasísima, el helicóptero salió a buscarlos. «Seguía siendo un riesgo sobrevolar el Montgó, y ni siquiera nos avisaron de que ya habían emprendido el descenso por sus medios», señalaron desde el consorcio.

Valentina relató que sobre las tres de la madrugada una ráfaga de viento les rompió la tienda. Nada más aclaró un poco, empezaron a bajar por la senda de Xàbia. Llegaron abajo por su propio pie y exhaustos. Allí encontraron al equipo de montaña de la Guardia Civil, que también había acudido a buscarlos.