Un niño de 3 años cayó ayer a la piscina del chalé de la partida Galeretes, en Dénia, en el que vive con sus padres, de nacionalidad británica. Sus progenitores, según las fuentes consultadas, se despistaron apenas un momento. El accidente ocurrió poco antes de las 14 horas. Por suerte, advirtieron pronto que el niño se había caído al agua. Lo sacaron y avisaron al 112. El pequeño estaba inconsciente y sin pulso. Había tragado mucha agua.

En seguida acudió una patrulla de la Policía Local. Todavía no hace ni un año que los agentes tienen en dos de sus coches desfibriladores externos automáticos (DESA). Lo utilizaron para recuperarle el pulso al menor.

En pocos minutos, también llegó un equipo médico del SAMU. El facultativo y los sanitarios le realizaron al niño maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada. Respondió y recuperó la constantes vitales.

Su madre también fue atendida por los sanitarios, ya que sufrió un ataque de ansiedad.

La ambulancia del SAMU trasladó al pequeño al hospital de Marina Salud de Dénia. Llegó en estado grave y con síntomas de ahogamiento. Ayer se confiaba en que podría recuperarse.

Con todo, los médicos, dado que en Dénia no hay Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pediátrica, decidieron trasladar al pequeño en ambulancia al hospital Clínico de València. Estaba intubado y estable, aunque seguía grave, según indicaron a este diario fuentes del hospital de Marina Salud. La ambulancia salió de Dénia a las 18.30 horas.

El accidente ocurrió en el chalé del Camí de Betlem, situado en la falda del Montgó, en el que vive esta familia de origen británico.

A finales del pasado mes de febrero, ya ocurrió en la Marina Alta, en concreto en el Poble Nou de Benitatxell, un suceso muy similar. Nelio, un pequeño también de 3 años, cayó a la piscina de un chalé de la urbanización de Els Molins. La Policía Local del Poble Nou y la Guardia Civil de Xàbia intervinieron con rapidez y consiguieron reanimar al pequeño, al que hallaron sin constantes vitales.

Estabilizado luego por los facultativos del SAMU, fue trasladado primero a Dénia y luego a la UCI pediátrica del hospital General de Alicante, donde permaneció ingresado varios días en estado crítico y en coma inducido.

El niño se ha recuperado totalmente. Recibió el alta a mediados de marzo.