La Diputación de Alicante se ha lucido con las tres obras que ha llevado a cabo en Gata de Gorgos. Las de mejora de la seguridad vial en las calles Xaló y Trossets han provocado un problema que hasta ahora no existía. Se han ampliado las aceras en los tramos donde hay pasos de peatones y se han realizado rampas para las personas con problemas de movilidad. La idea era buena. Pero el resultado ha sido que, cuando llueve, el agua sube a las aceras y se cuela en las casas. Los vecinos están que trinan.

El gobierno de Gata (Compromís y JuGa) aseguró ayer que se ha dirigido a la diputación para que corrija esa deficiencia y ha recibido la callada por respuesta. El edil de Obras, Jaume Monfort, indicó a este diario que han enviado hasta 5 escritos.

El concejal aludió a otras deficiencias. El entronque de la calle Trossets con la travesía urbana de la N-332 está mal señalizado. Dijo que hay conductores que se ven obligados a hacer marcha atrás en plena carretera nacional.

Mientras, las obras llevadas a cabo por la diputación en la Plaça Nova también han salido rana. El asfalto impreso es de diferentes calidades y texturas. En este caso, el organismo provincial sí ha contestado. La solución es pintar el asfalto. Monfort dudó de que con una mano de pintura se logre hacer homogéneo el material empleado. Las obras en la calle Paet son otro fiasco. Se acabaron en abril y ya ha habido que realizar dos reparaciones al hundirse los imbornales.