La moción que llevó al pleno de Pedreguer la CUP para que los ediles no participaran en los actos religiosos de las fiestas no hizo camino. La tumbaron el gobierno local, de Compromís, y el resto de la oposición. Pero la enmienda de Compromís tampoco salió adelante. El partido del alcalde, Sergi Ferrús, defiende que se establezca un protocolo de asistencia a actos religiosos. Regularía la presencia del alcalde o el edil en el que delegue en la misa y la procesión de Sant Bonaventura, el patrón de Pedreguer. Esa participación sería en condiciones de igualdad con la comisión de fiestas.

El portavoz valencianista, Blai Server, interpretó que la moción de la CUP se presentó «por simple interés partidista y por la voluntat de crear polémica». Criticó que se quiera reavivar el debate del laicismo en las celebraciones de los pueblos justo a dos semanas de que Pedreguer inicie sus fiestas.

Server dudó de «los límites del laicismo de la CUP». Advirtió de que, «por una parte, afirman que quieren separar la fiesta popular de la religiosa, pero no cuestionan la aprobación como festivos de festividades religiosas o el hecho de que las fiestas de Pedreguer se celebren en honor a Sant Bonaventura».