Antes los temporales reducían a su mínima expresión la playa del Portet de Moraira, pero sus aguas seguían tan transparentes como siempre y se veían los fondos de "posidonia oceanica". Pero, tras regenerar esta primavera la Dirección General de Costas con 8.000 toneladas de tierra de cantera (tiene textura de gravilla) esta playa, el agua, cada vez que hay temporal, se vuelve turbia. Ayer ocurrió de nuevo. El oleaje provocó que se formase una lengua de color marrón. Esa tonalidad surge al remover el temporal el nuevo sedimento. Cuando pasó por primera vez el pasado mes de junio, se confiaba en que la tierra de cantera se desprendiera totalmente del polvillo marrón. Pero la gravilla que ha sustituido a lo que antes era fina arena no pierde el color amarillento. Los vecinos y bañistas temen que los sedimentos terminen dañando la pradera de "posidonia".