El cap blanc de moraira y benissa es un mal lugar para dar un traspié. Un bañista de 78 años, que caminaba por la base del acantilado, tropezó y sufrió una tremenda caída. Se dolía de la espalda y la cabeza. Era imposible evacuarlo por tierra, ya que hasta el lugar había que caminar un buen trecho por un terreno pedregoso y muy escarpado. Los socorristas de la empresa SVS, que llevan la vigilancia de la playa de la Fustera de Benissa, fueron los primeros en acudir. Atendieron al hombre. Luego llegaron también policías locales y guardias civiles de Teulada, así como una dotación del parque de bomberos de Dénia. Se optó por rescatar al herido por aire en el helicóptero Alfa 1 del consorcio de bomberos. En la aeronave iba una sanitaria que con la ayuda de sus compañeros inmovilizó al accidentado, que fue llevado al parque de Benidorm y de allí trasladado al hospital de la Vila Joiosa.