El alcalde del Poble Nou de Benitatxell, Josep Femenia, está fogueado en gobernar en minoría. Lo hizo buena parte del anterior mandato y ahora está en las mismas. Y ayer pasó por un trance conocido. La oposición (Compromís, independientes y el edil Toni Colomer) intentó reducir su sueldo y el de los ediles de su gobierno a la mínima expresión (el munícipe cobraría 600 euros brutos al mes y los concejales con delegaciones 250).

La política en Benitatxell es un bucle. Y Femenia utilizó la táctica ya conocida de dejar en «suspenso» el punto del orden del día de las remuneraciones. Esgrimió un informe del letrado Daniel Agulló, quien es profesor de Derecho de la Universidad de Alicante. El experto veía dudas legales en que la oposición triturara el sueldo del gobierno local. Indicaba que la rebaja de sueldos no respondía a ninguna motivación y que, en todo caso, ésta podía ser «personal» y «política». A juicio del letrado, la oposición podía estar incurriendo en desviación de poder al utilizar los sueldos para obligar a dimitir al gobierno local en lugar de acudir a la herramienta legítima, la de la moción de censura.

El abogado proponía acudir al Consell Jurídic Consultiu para que arrojara luz. Y así lo hará el alcalde, que ayer esquivó que se votara el punto. Gana tiempo.

Mientras, Colomer, a quien el PP ha expulsado, ha decidido donar a Cáritas las indemnizaciones que percibe por acudir a los plenos.