«El gran problema de la Cova Tallada sigue siendo la masificación». Lo dijo ayer el director del parque natural del Montgó, Joseba Rodríguez, quien avanzó que el estudio de capacidad de carga de este espacio protegido, que forma parte del Montgó y de la reserva marina del cabo de Sant Antoni, ya está a punto de adjudicarse. No se podrá acabar este año, pero ya se intuye que abocará a limitar el número de excursionistas que acuden a esta gruta litoral de Xàbia. La Cova Tallada ha vuelto a registrar este verano un alud de visitantes. Han llegado en masa por la senda que arranca desde les Rotes de Dénia.

Rodríguez aludió ayer a la masificación de la Cova Tallada en la junta rectora del Montgó que tuvo lugar en Gata de Gorgos. Avanzó que cuando se fije un cupo máximo de visitantes será imprescindible reforzar la vigilancia. «Esa medida pasa por incorporar a más personal», aseguró. «Pero no sabemos cómo. Quizá se podría hacer a través de firmar convenios con los ayuntamientos», planteó.

El director del Montgó también aludió a que se han detectado «nuevas actividades que no le hacen bien a la Cova Tallada». Concretó que los bañistas y excursionistas le echan de comer a los peces en las piscinas de piedra tosca de la gruta y se están produciendo alteraciones en la fauna. Además, todavía hay quien se descuelga en rápel por las paredes de la gruta, lo que está totalmente prohibido. Y una variante nueva es la de atar cintas de la bóveda de la cueva y hacer, colgados de ellas, acrobacias. Rodriguez advirtió de que el rápel y esas piruetas son «actividades de riesgo».

La junta rectora del Montgó se pronunció ayer en contra de la construcción de un colegio privado en 57.000 metros cuadrados de suelo agrícola de Jesús Pobre; esos terrenos lindan con el conector ecológico del parque natural. El director de la junta rectora, Joan Sala, explicó que el proyecto es de tal «envergadura» que interfiere en la conectividad del Montgó con otros espacios naturales. «No podemos convertir el Montgó en una maceta», sostuvo.

Este organismo también rechazó el trazado del Tren de la Costa elegido por el Ministerio de Fomento; trazado que se aparta del actual corredor de comunicaciones que forman la AP-7 y la N-332 y, al desviarse hacia Dénia, toca el parque natural del Montgó. El alcalde de Pedreguer, Sergi Ferrús, que pide que el ferrocarril discurra en paralelo a esas carreteras, incidió en que, «está claro, que todos queremos el tren, pero no a cualquier precio». La junta rectora pone así distancia con el Ayuntamiento de Dénia, que sí defiende que la estación intermodal esté junto al hospital de la Pedrera, lo que significa apostar por ese trazado que invade el ámbito del PORN del Montgó.