La playa del Portet de Moraira ha entrado en una lista no muy honrosa. Ecologistas en Acción le ha dado una de las 48 banderas negras con las que denuncia los casos más paradigmáticos de "degeneración ambiental" en el litoral español. En el informe de 2017, también se hace mención al "sinsentido" de autorizar en el tramo litoral de Dénia que sufre mayor erosión el bloque de 5 alturas y 19 apartamentos de lujo de Residencial Las Olas.

Los ecologistas aseguran que en Moraira la Dirección General de Costas utilizó la "excusa" del temporal para crear una franja de tierra "artificial" con fines turíticos y no medioambientales. Sostiene que incluso las fotos antiguas demuestran que en el Portet nunca hubo una amplia orilla de arena. Sin embargo, en marzo, Costas vertió 8.000 toneladas de tierra de cantera. "La arena de cantera añadida sin ninguna evaluación ambiental previa ha provocado que el agua turquesas de la pequeña playa se haya teñido de marrón, debido a la gran cantidad de limos y arcillas; alejándose de las características granulométricas de la arena original", indica el informe.

Además, señalan los ecologistas, esa tierra se ha sedimentado sobre el arrecife rocoso y la pradera de "Posidonia oceanica". Precisan que la también especie endémic "Pinna nobilis" está igualmente amenazada por el vertido. "La falta de penetración de luz y la consecuente ausencia de fotosíntesis por la turbidez afectan negativamente a estos organismos", afirma Ecologistas en Acción, que concluye que esta "regeneración" se ha revelado "absolutamente innecesaria".

También denuncia como "otro ejemplo de falta de sensibilidad por parte de las administraciones públicas respecto a la erosión costera" la licencia concedida por el Ayuntamiento de Dénia, previo informe favorable de Costas, para construir un bloque de 5 alturas y 19 apartamentos de lujo en primera línea de la desaparecida playa del Blay Beach. Este tramo litoral también recibe otra "bandera negra" por lo que los ecologistas consideran "paradigma" de mala gestión. Califican de "sinsentido" que se siga urbanizando a pie de mar y más en un litoral tan castigado por la erosión y que está desprotegido ante los temporales.