La titular del juzgado de instrucción número 2 de Dénia ha abierto diligencias por la querella presentada por SOS Moraira contra la jefa del servicio de Costas en Alicante, Rosa de los Ríos; el alcalde de Teulada-Moraira, Carlos Linares; los ediles Raúl Llobell y Nieves Rodríguez, y los técnicos municipales que han podido intervenir en el proyecto de regeneración de la playa del Portet. La juez, en una providencia remitida al consistorio el pasado 17 de octubre, ya le solicita que emita un informe sobre la querella y que aporte todos los documentos que avalen la actuación que el pasado mes de marzo llevó a cabo la Dirección General de Costas en esta playa de Moraira. La magistrada quiere saber qué hizo el ayuntamiento ante el vertido de 8.000 toneladas de tierra de cantera en el Portet. Pero también requiere información de una posible «omisión» por «no haber impedido la aportación extraordinaria de arena caliza» en este tramo litoral.

La querella, por tanto, está admitida a trámite y hace camino. SOS Moraira denunció que en la regeneración del Portet con tierra extraída de una cantera de Altea (su textura es de gravilla y tenía polvo en suspensión que provocó que el agua se tiñera de marrón) se podían haber cometido los delitos de prevaricación urbanística y contra el medio ambiente. Este colectivo entendía que, al ampliar una cala que siempre ha tenido una orilla estrecha, Costas y el ayuntamiento pretendían transformarla de playa natural a urbana. Inferían que lo que ellos llamaban «recalificación» de este tramo litoral podría ser constitutivo de un delito de prevaricación urbanística.

Sin embargo, la juez no ha admitido ese delito, pero sí está investigando el relativo a los daños contra el medio ambiente y los recursos naturales.

SOS Moraira ya pidió que el vertido de la arena de cantera se parara cuando Costas lo inició en marzo. Este colectivo advirtió de que los temporales de enero no causaron en este tramo litoral los estragos que en otras playas de la Marina Alta. Pero el ayuntamiento sí pidió que se incluyera en el Plan Especial Litoral 2017. El Ministerio de Medio Ambiente llevó a cabo una regeneración que en seguida desató las críticas vecinales y de asociaciones como Ecologistas en Acción, que le ha otorgado este año a El Portet el poco honroso galardón de la «bandera negra». El polvo de la gravilla enturbió el agua de esta playa. Su orilla, cuando ha habido marejada y temporales, se ha coloreado de marrón.

Los conservacionistas advirtieron también de posibles daños a la pradera de Posidonia oceanica y a la especie endémica Pinna nobilis (la nacra, un molusco en peligro de extinción). El consistorio aportó informes que rechazaban el impacto en la Posidonia y atribuían los daños en la pradera de esta playa de Moraira a los fondeos de las embarcaciones de recreo.