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Construcción

Los expertos alertan de una tendencia sin freno hacia el nuevo 'boom' urbanístico

Un debate convocado en Calp por ACEC cuestiona que se construyan hoteles sin límite de altura y concluye que los destinos sostenibles son más competitivos

Los expertos alertan de una tendencia sin freno hacia el nuevo 'boom' urbanístico

Los expertos ya hablan de «efecto Míster Marshall (sí, el de la película de Berlanga)» para aludir a que se dé la bienvenida sin atisbo de crítica al nuevo boom urbanístico. Eso ocurre en la Marina Alta. La crisis, provocada en parte por la especulación y el exceso de construcción, ha resultado tan tremenda que ahora el retorno de las grúas y la actividad urbanística se recibe con alborozo. Se identifica volver a construir con decir bye bye a la crisis.

Además, esa recuperación (el primer indicio fue la edificación de chalés de lujo, un segmento que tiró del carro en los peores años de la crisis) ha pillado a muchos ayuntamientos en pleno proceso de aprobación de los nuevos planes urbanísticos estructurales. No es el caso de Calp. Pero en este municipio el debate está en el cielo (también en la calle). La manga ancha en edificabilidad para los hoteles de cuatro y cinco estrellas amenaza con transformar todavía más un skyline ya repleto de torres.

Dado que el ayuntamiento, gobernado por el PP e independientes, no ha promovido hasta ahora ese debate, han tomado la iniciativa dos asociaciones culturales y con conciencia ecológica, ACEC (Associació Cultural i Ecologista de Calp) y el colectivo Roger de Lauria. Este martes iniciaron un ciclo de debates sobre sostenibilidad y sobre el impacto que para los vecinos tiene un determinado modelo de desarrollo. Los dos ponentes de esa primera sesión fueron el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universitat d´Alacant, Fernando Vera Rebollo, y el profesor de Sociología y Antropología Social de la Universitat de València, Jordi Giner Monfort.

Advirtieron de ese «efecto Míster Marshall» hacia un sector, el de la construcción, que en la Marina Alta se ha reactivado con fuerza. El primer signo de recuperación fueron los chalés de lujo, pero ya se desarrollan también promociones de apartamentos. Y en Calp se levantan y proyectan nuevos hoteles.

Fernando Vera subrayó que el éxito turístico se sigue midiendo con las estadísticas de visitantes y pernoctaciones. Recordó que el fin primero de la actividad turística era mejorar la calidad de vida de la población local, lo que ahora está en entredicho y se aprecia en las reacciones de turismofobia. También dejó claro que los destinos sostenibles son más competitivos.

Este experto advirtió de que el debate de la sostenibilidad y el «urbanismo depredador» es «recurrente». «Quizás es que en todos estos años no hemos aprendido nada», dedujo.

En la intervención del público, surgió el tema estrella en Calp, el de los hoteles que crecen hasta el cielo. Una de la conclusiones fue la de cuestionar los incentivos (y la interpretación laxa de la normativa) con los que se quieren atraer inversiones de hoteles de 4 y 5 estrellas. Esos incentivos permiten luego alzar torres sin límite de altura. Pero está la dicotomía. Esos negocios también generan trabajo y actividad turística. Es, efectivamente, el «efecto bienvenido, Míster Marshall».

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