Los gamberros la han tomado con Jaume I y, sobre todo, con su caballo. Han pintarrajeado en El Verger la escultura de hierro de "el Conqueridor". Un operario municipal se afanaba esta mañana en limpiar las pintadas. Pero pronto ha advertido de que no se habían realizado con tiza y no salían con agua y jabón. Las pintadas se han hecho con cera, un material que se ha adherido con fuerza al hierro. Los gamberros han dejado su rastro: han escrito nombres que, si no son los suyos, son de sus amigos. Será fácil dar con los autores de este acto vandálico.