El PP de Xàbia ha empezado a coser los jirones de la derecha local. El hijo pródigo, Óscar Antón, ha vuelto a casa tras un largo periplo por los partidos independientes (primero en Nueva Jávea, luego en Xàbia Democrática y, al final, en una coalición de este último partido y Ciudadanos por Jávea). Su regreso al PP, así como el de sus compañeros de travesía, Juanlu Cardona y Pere Sapena, tuvo la bendición de Isabel Bonig y José Císcar. Ahora sigue el proceso natural. Antón ya es el nuevo secretario general del PP de Xàbia. El siguiente paso será el de ser candidato y luchar cuerpo a cuerpo con el intratable alcalde socialista José Chulvi.

Antón incorpora a su nueva ejecutiva a los supervivientes del naufragio del PP en las últimas elecciones locales (los ediles Juanjo Gardia y Tere Ern), a históricos (Miguel Savall) y a nada menos que un exministro con casa en Xàbia. Sí, el exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo, entra como vocal en la ejecutiva. Garcia Margallo, que tiene casa en el centro histórico de Xàbia desde hace décadas, es el fichaje de más relumbrón en la nueva directiva de los populares xabiencs.

El flamante secretario general, quien en sus tiempos de independiente ya alternaba con el sector cristiano del PP valenciano, proclamó ayer, en la copa de Navidad con los militantes, que "hay vida en este pueblo más allá del socialismo". Antón, que es concejal no adscrito en el ayuntamiento y está en la oposición, se las tiene que ver con un rival que acapara focos. El alcalde, José Chulvi, logró una mayoría histórica que le dio crédito fuera de Xàbia. Es portavoz del PSPV en la Diputación de Alicante y ahora también secretario general de los socialistas alicantinos.

Pero hacer pinitos fuera a veces desgasta en casa. Por ahí le buscará las cosquillas el "renovado" PP de Xàbia, que tiene otro frente abierto con el gobierno local en el nuevo Plan General Estructural, que debe aprobarse en 2018.